Sobre el Autor: Luis Salazar es un experto en innovación y emprendimiento. Es socio fundador de Investa VB, un gestor de ecosistemas de innovación corporativa. Nuestra misión es transformar compañías de manera racional y – en compás con sólidas estrategias – generar espacios para que la innovación aterrice de manera asertiva, entendible y eficiente.
Es un lugar común entre los estudiosos de la innovación y el emprendimiento hablar de ecosistemas. Un ecosistema es una comunidad de los seres vivos cuyos procesos vitales se relacionan entre sí. De este modo un ecosistema de emprendimiento e innovación consta de varios grupos de interés que están interconectados: el emprendedor, el estado, los inversionistas, la academia, corporaciones, los clientes o usuarios y los agentes de soporte.
En estos últimos meses la pandemia ha generado una crisis sin precedente:
• El número de empresas que está cerrando sigue creciendo (en su mayoría PYMES las cuales aportan más del 70% de la PEA)
• La oferta se mueve más lento que la demanda: Es difícil que las grandes empresas contraten el mismo número de personas de tiempos pre-pandemia pues el shock actual no sólo se ha dado por menor oferta sino por una disminución del poder adquisitivo.
Entonces, ¿qué podemos hacer como país? Hoy más que nunca, el ecosistema debe prosperar y cada jugador debe cumplir los papeles que les corresponde sin que esto implique que todo será éxito ya que como en todo ecosistema podemos esperar nacimientos, crecimiento, evolución, destrucción supervivencia. Lo que es alimento para uno será muerte para otros y algunos agentes se complementarán en círculo de vida de cooperación, competencia y coexistencia:
1. Emprendedores: Buscar soluciones a problemas reales, hoy hay muchos problemas no solucionados (incluso problemas que hace 6 meses no existían), esto abre muchísimas oportunidades para emprender.
2. Estado: fondos no reembolsables y financiamiento no son suficientes, un marco legal propicio para la atracción de inversiones, para crear y cerrar empresas, que incentive la formalidad y la competencia es necesario. La falta de estas condiciones (entre otras) hacen que sea poco atractivo escalar startups basadas Perú (una vez que tienen tamaño, se constituyen en otro lugar), los incentivos tributarios no son atractivos, las normativas para propiedad intelectual o desarrollo de innovación en el país son muy burocráticas y anacrónicas; etc.
3. La academia debe continuar con lo bueno y empezar a pensar en un I+D+i estratégico, investigar y apoyar en la solución de problemas en conexión con el mercado. Las patentes, investigaciones, estudios de las universidades deben (o al menos un % de ellos) empezar a generar flujos de efectivo directos o indirectos al ecosistema. Por otro lado, las unidades encargadas deben conectar entre sí, muchas veces operan como entes independientes sin ninguna comunicación.
4. Los agentes de soporte deben continuar apoyando y muchos deben reenfocar sus esfuerzos en apoyos reales a emprendimientos que realmente tengan potencial.
5. Los inversionistas de riesgo deben incrementar la confianza en los emprendedores: la cultura de confianza nos es ajena y no hemos logrado aún un mercado de inversión con una mentalidad real de riesgo. El dinero no es suficiente, sino es necesario aportar “Smart Money”.
6. Las corporaciones deben adoptar procesos de innovación abierta que no solo las ayuden a generar mayores eficiencias, sino que generen efectos multiplicadores en la economía gracias a las startups que actúen como proveedores servicios.
7. Los clientes hoy ya son más exigentes, las empresas tienen la obligación de ser circulares y sostenibles no sólo económicamente, sino social y medio ambientalmente. El nuevo consumidor es socialmente responsable.
En un ecosistema sano todos juegan un papel; todos necesitan del otro, y el todo hace más que la suma de las partes. La falta, ausencia o mal funcionamiento de uno de los agentes puede implicar el colapso de todo el ecosistema.
En estos últimos meses la pandemia ha generado una crisis sin precedente:
• El número de empresas que está cerrando sigue creciendo (en su mayoría PYMES las cuales aportan más del 70% de la PEA)
• La oferta se mueve más lento que la demanda: Es difícil que las grandes empresas contraten el mismo número de personas de tiempos pre-pandemia pues el shock actual no sólo se ha dado por menor oferta sino por una disminución del poder adquisitivo.
Entonces, ¿qué podemos hacer como país? Hoy más que nunca, el ecosistema debe prosperar y cada jugador debe cumplir los papeles que les corresponde sin que esto implique que todo será éxito ya que como en todo ecosistema podemos esperar nacimientos, crecimiento, evolución, destrucción supervivencia. Lo que es alimento para uno será muerte para otros y algunos agentes se complementarán en círculo de vida de cooperación, competencia y coexistencia:
1. Emprendedores: Buscar soluciones a problemas reales, hoy hay muchos problemas no solucionados (incluso problemas que hace 6 meses no existían), esto abre muchísimas oportunidades para emprender.
2. Estado: fondos no reembolsables y financiamiento no son suficientes, un marco legal propicio para la atracción de inversiones, para crear y cerrar empresas, que incentive la formalidad y la competencia es necesario. La falta de estas condiciones (entre otras) hacen que sea poco atractivo escalar startups basadas Perú (una vez que tienen tamaño, se constituyen en otro lugar), los incentivos tributarios no son atractivos, las normativas para propiedad intelectual o desarrollo de innovación en el país son muy burocráticas y anacrónicas; etc.
3. La academia debe continuar con lo bueno y empezar a pensar en un I+D+i estratégico, investigar y apoyar en la solución de problemas en conexión con el mercado. Las patentes, investigaciones, estudios de las universidades deben (o al menos un % de ellos) empezar a generar flujos de efectivo directos o indirectos al ecosistema. Por otro lado, las unidades encargadas deben conectar entre sí, muchas veces operan como entes independientes sin ninguna comunicación.
4. Los agentes de soporte deben continuar apoyando y muchos deben reenfocar sus esfuerzos en apoyos reales a emprendimientos que realmente tengan potencial.
5. Los inversionistas de riesgo deben incrementar la confianza en los emprendedores: la cultura de confianza nos es ajena y no hemos logrado aún un mercado de inversión con una mentalidad real de riesgo. El dinero no es suficiente, sino es necesario aportar “Smart Money”.
6. Las corporaciones deben adoptar procesos de innovación abierta que no solo las ayuden a generar mayores eficiencias, sino que generen efectos multiplicadores en la economía gracias a las startups que actúen como proveedores servicios.
7. Los clientes hoy ya son más exigentes, las empresas tienen la obligación de ser circulares y sostenibles no sólo económicamente, sino social y medio ambientalmente. El nuevo consumidor es socialmente responsable.
En un ecosistema sano todos juegan un papel; todos necesitan del otro, y el todo hace más que la suma de las partes. La falta, ausencia o mal funcionamiento de uno de los agentes puede implicar el colapso de todo el ecosistema.