Industrias extractivas e Innovación, ¿conceptos opuestos?

“La diferenciación por costo es parte de una teoría estratégica empresarial obsoleta. Pero casi todos los players en estas industrias bailan ese valse antiguo.”

Nuestras industrias extractivas (pesca, minería, agricultura) son líderes globales. Eso es innegable. Gracias a la naturaleza que nos permite tener un mar rico, Andes de oro y tierras con ventanas de cosecha únicas.  

Todas estas industrias coinciden en la búsqueda de economías de escala (producción en grandes cantidades con costos reducidos). Lamentablemente, el conocimiento aplicado y la innovación se han dirigido al mismo objetivo, por un paradigma. “Generamos commodities, los precios los domina el mercado”. 

Aquí debemos rebelarnos. La diferenciación por costo es parte de una teoría estratégica empresarial obsoleta. Pero casi todos los players en estas industrias bailan ese valse antiguo. 
Ello no sólo les quita valor a estas empresas, sino que condicionan el mejor uso de otro gran recurso peruano: el intelectual. Las divisas al país es marketing obsoleto también. Si adicionaran valor en la transformación, esas divisas se podrían multiplicar 10 veces con la misma cantidad de insumo. Poco riesgo y conformismo.

¿Qué necesitamos? 

1.      Utilizar nuestro genio. El recurso natural es limitado. No tiene sentido vender productos de bajo valor. Observemos problemas globales para responder con diseño, producción y branding (no necesariamente local, pero de nacionalidad peruana). Eso rentabiliza varias veces más que el commodity.
  
2.      Abandonar mercados altamente competidos. No somos monopolios, no conviene estar ahí. La harina de pescado es una opción de producción. ¿Es la única? No. La producción de Omega 3 y 9 para la industria farmacéutica y cosmética, el aprovechamiento del cuero de pescado, el uso de ricas áreas marinas para la piscicultura a mar abierto. ¿Cocinar pescado y venderlo como comida para ganado?
  
3.      Entrenar, generar y atraer talento + conocimiento para una visión global de los problemas de la humanidad y generar respuestas con nuestros recursos y una cultura de extracción responsable y ecoamigable.  

4.      Involucrar ciencia y cultura, abrazando lo heredado por nuestros ancestros para evolución y revolución. El Estado es clave para este gran cometido, como reductor de riesgo, protector de la propiedad intelectual, acelerador de la ciencia aplicada y mecenas de la ciencia básica.  
Estamos en julio, a un año del Bicentenario, tenemos la chance de construir un gran Perú. Aún.  
 

Sobre el Autor:
Javier Benavides es un experto en innovación y finanzas. Es socio de Investa VB, un gestor de ecosistemas de innovación corporativa. Nuestra misión es transformar compañías de manera racional y – en compás con sólidas estrategias – generar espacios para que la innovación aterrice de manera asertiva, entendible y eficiente. 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.