Retos de Transformación para el Emprendimiento Tradicional

Sobre la Autora: Pilar Stewart Barragán es Coordinadora de Comunicación y Apertura de Mercado en Sector 3 Social Venture Group.

«Para las Mypes con negocios tradicionales, los cambios acelerados han representado un desafío turbulento. A diferencia de las startups, estos no suelen tener una cultura de cambio constante y de adaptación rápida.»

La transformación social que afrontamos llegó de manera abrumadora, despertando en la organización a la cual pertenezco gran preocupación sobre la reacción de nuestros empresarios, quienes de manera imprevista se encontraron con un desafío de adaptación y cambio acelerado, sumado a la necesidad de
acceso a infraestructura tecnológica para mantenerse conectados.

Después de 8 meses, podemos decir que nos hemos llevado varias sorpresas en cuanto al desempeño de nuestros empresarios en su proceso de transformación. En lo personal, me gusta ver esta transformación como una ola.

En ella encontramos actores “Espectadores”, aquellos que no se atrevieron a entrar al mar, pensando que la ola no los iba a alcanzar; los “Curiosos” que aún sin tener un conocimiento previo, se atrevieron a entrar al mar y en el intento de correr la ola se han caído muchas veces. Y es aquí donde encontramos los grupos más interesantes: los “Desahuciados”, que son aquellos que deciden no levantarse más, y los “Avezados”, que estudian la marea y el viento para correr la ola con un estilo novedoso y diferente.

La oportunidad y el reto lo tenemos todos, pero ¿de qué dependen los perfiles antes mencionados? De muchos factores: Disposición, necesidad, tiempo, habilidad, etc. Esta segmentación no busca evidenciar casos perdidos; al contrario, tienen como objetivo identificar los perfiles de empresarios que necesitan de acompañamiento, empuje y un trabajo constante por parte de las organizaciones para darles oportunidad de pararse en la tabla y correr la ola.

Alicia Gonzales, dueña de Casablanca Helados Gourmet, tiene una chacra de alimentos orgánicos en Pachacámac. El atractivo del negocio de Alicia radica en “vivir la experiencia” del paseo por su chacra y finalizar la visita comiendo helados hechos con los insumos del huerto y comprando en su mercadito los productos de temporada. Frente al distanciamiento social, Alicia, sin dudarlo, se enfrentó a la ola que se le puso enfrente, amenazando su economía familiar y la supervivencia de su emprendimiento.

Ante esto, Alicia implementó nuevos canales de venta: se sumó a una tienda virtual de productos orgánicos, activó la venta de sus productos a través de Whatsapp y redes sociales. También innovó en la creación de nuevos productos envasados, como mermeladas y salsa de tomate. Encontró la forma de mantener sus helados para distribuirlos junto a todos sus productos a través del delivery. Definitivamente Alicia tuvo muchas caídas, pero sin duda es una Avezada.

Si algo puedo compartir de mi experiencia, es que existe una necesidad grande de trabajar en la cultura de cambio de los empresarios tradicionales. Las organizaciones que trabajamos con este público debemos propiciar espacios de aprendizaje constante, empujarlos al ecosistema emprendedor y fomentar el mindset de crecimiento, donde es posible hacer negocios tradicionales de formas innovadoras.

Nos encontramos afrontando el reto de reducir la brecha entre los “Espectadores” y los “Avezados”, y acompañar en el aprendizaje de los “Curiosos” para disminuir el número de “Desahuciados”. Abrazamos la cultura de cambio y evolución para acompañar y apoyar a nuestros empresarios en la transformación de sus negocios.

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